Has leído bien. Sin necesidad de ningún permiso especial ni carnet de manipulación de explosivos allí podías adquirir dinamita y llevártela a casa como si nada. Durante casi tres horas estuve grabando imágenes en el Aurora Ice Hotel, edificio contruído con aproximádamente 15 toneladas de hielo, con una temperatura interior de 5 grados bajo cero, en el que uno puede casarse en su capilla (sí, hay gente que lo hace), dormir una noche para celebrar tu luna de miel en una de sus gélidas habitaciones (elección un tanto equivocada si uno pretende tener sexo con su pareja y que la pasión no se vea perjudicada como me decía Roger) o tomarte un pelotazo con sabor a manzana en una copa esculpida en hielo en el Stoli Ice Bar mientras te vierten el vodka desde un pez helado.