De no ser por el reggaeton a todo trapo que sonaba en el bus infecto que había tomado y las letanías de vendedores ambulantes («Seco, seco, seco de pollooooo», «Gelatina, latina, latinaaaaaa», «Choclosssss, cho-clos-cho-clossss»), pensaría que todo era una sueño e iba hacia Mojácar desde Madrid. Todos los días sale desde la terminal de segunda clase TAME (Calle 69, entre la 70 y 72) de Mérida, un autobús de ATS que recorre las 5 ruinas que conforman la llamada Ruta Puuc: Labná, Xlapak, Sayil, Kabah y Uxmal.