Se dice que pudo haber sido un excelente líbero ya que sus dotes para arrancar jugadas desde la defensa eran inmaculadas, y como defensor central nunca cometió errores al despejar balones. En el centro del campo, manejaba los hilos del equipo, como típico mediapunta o 10, asistía a sus delanteros, era letal por las bandas jugando de carrilero o de 8, cumplía correctamente funciones de volante mixto, de recuperación o el tradicional «box-to-box» (mediocampista central por donde pasa el fluido del juego, ordenando la defensa y ayudando al ataque), y en defensa, suplía las funciones de sus compañeros cuando subían al ataque en tal caso, como Krol, Rijsbergen o Suurbier cuando fueron compañeros en la Selección.