Pero antes había que recargar las pilas con una comida energética. Sabían que la persecución no terminaría nunca por lo que decidieron quitarse la vida cortándose las venas. Puede que la crónica haya tomado un tinte demasiado tremendista aunque los datos son realistas y objetivos. Allí me topé con el lugar ideal para terminar el día y disfrutar de un remanso de paz: el Jardín Clásico Chino del Doctor Sun Yat-Sen, el único jardín de este estilo construído fuera de China.