Lo que tenía que haber sido un viaje de no más de 30 minutos se convirtió en una odisea de cerca de 4 horas. Allá en lo alto de la pirámide, la única sombra que se podía obtener era entrando en el interior del minúsculo templo que la corona cuyo hedor a humedad resultaba poco agradable. Una selección de sabrosas recetas y premios, sin cereales; una pajarita para que tu perro se vista de gala estas fiestas; la propia lata, reutilizable para guardar pienso, y una nota de agradecimiento, ya que con este regalo contribuyes a ayudar a los animales en todo el mundo (el 1% de las ventas de la marca siempre se dona a la Fundación Edgard & Cooper).