En la temporada 1963-64, con Vicente Dauder en el banquillo reúne un excelente grupo mezclando jugadores extranjeros y canteranos que le proporcionaron el ansiado ascenso a la división de honor. Eso sí, más allá de su mayor o menor calidad, el club ha conseguido hacer realidad algo que la mayoría de los jugadores de FIFA hemos hecho alguna vez. Sin embargo, tras estudiarlo con detenimiento -y con la intervención de otros supervisores- se convenció de que había que nombrar a alguien más en la línea de la diversidad étnica del distrito de White y las tendencias liberales de la Junta de Supervisores.