De hecho ya sucedió hace mucho tiempo en un Mundial y el tanto subió al marcador. El árbitro de aquel encuentro, Ivan Eklind, obligó posteriormente al brasileño a calzarse de nuevo, pero él ya había logrado el tanto sin la bota. En la Copa del Mundo de Francia de 1938, Leonidas da Silva marcó un tanto descalzo en el partido que Brasil ganó 6-5 a Polonia en Estrasburgo.