Los marroquíes tomaron una minúscula rotonda, adornada con un jarrón, y de ella hicieron la Cibeles. De los hombres de ataque en Brasil, el único que falta por anotar es Raphinha, al que Kim Seung-Gyu le evitó el quinto con una atajada abajo. Incluso hubo banderas de España, que representan a la segunda generación. Caffarena fue reconocido como «Jugador número 12», designación que desde entonces se adoptaría para la «hinchada» de Boca.